Perfil biológico
Las miniguías de Skeleton-ID han sido creadas para la consulta rápida de los métodos mientras se trabaja en el apartado de “Análisis de Datos” de módulo de Perfil Biológico. Son una herramienta para facilitar y agilizar el flujo de trabajo dentro del software.
Estos métodos fueron desarrollados por diferentes autores, a los cuales se hace referencia en todo momento. Se recomienda la consulta de los artículos originales ante cualquier duda.
Fases del pubis Brooks & Suchey (1990)
- Brooks, S., & Suchey, J. (1990). Skeletal age determination based on the os pubis: a comparison of the Acáfidi-Nemeskéri and Suchey-Brooks methods. Human Evolution, 5(3): 227-238
Fases de las costillas Iscan y Loth (1984)
- Iscan M.Y., Loth S.R., Wright R.K. (1984). Age estimation from the rib by phase analysis: white males, Journal of forensic sciences 29 (4) 1094–1104
- Iscan M.Y., Loth S.R., Wright R.K (1985). Age estimation from the rib by phase analysis: white females. Journal of forensic sciences, 30(3), 853-863
Transparencia raíz del diente por Lamendin (1973)
- Lamendin, H. (1973). Observations on teeth roots in the estimation of age, Int. J. Forensic Dent. 1 4–7
Funciones de Mendoça para la estimación de la estatura (1998)
- Mendonça, M.C. (1998). Contribución para la identificación humana a partir del estudio de las estructuras óseas: Determinación de la talla a través de la longitud de los huesos largos, Tesis Doctoral, Universidad Complutense de Madrid, Facultad de Medicina, Madrid
Funciones discriminantes de Murail para la estimación del sexo (2005)
- Murail, P., Brůžek, J., Houët, F., & Cunha, E. (2005). DSP: a tool for probabilistic sex diagnosis using worldwide variability in hip-bone measurements. Bulletins et mémoires de la Société d’Anthropologie de Paris. BMSAP, 17(17 (3-4)), 167-176
Fases del pubis Brooks & Suchey (1990)
Brooks & Suchey estudiaron la morfología de la faceta sinfisal para la estimación de la edad en más de 1000 huesos púbicos en Los Ángeles, California, EEUU. Entre ellos, 739 eran masculinos y 273 femeninos con un rango de edad entre los 14 y los 99 años, de diferentes orígenes y estratos sociales.
Descripción de las diferentes fases:
- Fase 1: la cara sinfisal muestra una superficie ondulada (crestas y surcos) que se extiende hasta incluir el tubérculo púbico. Las crestas horizontales están bien marcadas y puede presentarse un incipiente bisel ventral. Aunque pueden aparecer nódulos óseos en la extremidad superior, un carácter representativo de esta fase es la falta de delimitación de las extremidades (superior o inferior).
- Fase 2: la cara sinfisal puede mostrar todavía desarrollo de crestas. Se aprecia incipiente delimitación de las extremidades inferior y superior, con o sin nódulos óseos. El reborde ventral puede estar en fases iniciales de formación como extensión de cualquiera de las extremidades o de ambas.
- Fase 3: formación casi completa de la extremidad inferior y el reborde ventral en la cara sinfisal. Puede continuar la fusión de nódulos de osificación en la extremidad superior y a lo largo del borde ventral. La cara sinfisal puede aparecer lisa o conservar crestas definidas. La plataforma dorsal aparece completa. No aparecen labiaciones en el margen dorsal, ni crecimientos óseos en las inserciones de los ligamentos.
- Fase 4: La cara sinfisal aparece erosionada, aunque pueden discernirse restos de las crestas y surcos que hubo. En esta fase, el perfil ovalado está completo, aunque puede observarse un hiato en el borde ventral superior. El tubérculo púbico está completamente separado de la cara sinfisal por la definición de la extremidad superior. Puede presentarse un borde definido en la cara sinfisal. Pueden aparecer recrecimientos óseos en las inserciones de ligamentos de la extremidad inferior del pubis, adyacentes a la cara sinfisal. Pueden comenzar a presentarse ligeras labiaciones o rebordes en el borde dorsal.
- Fase 5: Ligera depresión de la cara sinfisal en relación con el borde completo. Puede haber labiación moderada en el borde dorsal, con recrecimientos y osificaciones prominentes en el borde ventral. Erosión del borde ventral ligera o nula- de aparecer, se iniciará en el aspecto superior del borde ventral.
- Fase 6: A medida que se erosiona el borde, la cara sinfisal va presentando una erosión más significativa. Las inserciones de los ligamentos ventrales aparecen marcadas. El tubérculo púbico puede separarse. La cara sinfisal puede aparecer agujereada o porosa, deformándose por la osificación irregular.
La descripción de cada una de las fases es aplicable tanto en individuos masculinos como femeninos
Tabla 1: Fases y rangos sínfisis púbica Suchey & Brooks (1990)
Skeleton-ID permite la introducción de la fase estimada por el experto y da el rango de edad automáticamente, restando tiempo a la identificación, ya que no se verá obligado a buscar la publicación del método para consultar dichos rangos.
Fases de las costillas Iscan y Loth (1984)
Iscan M.Y., Loth S.R., Wright R.K. (1984). Age estimation from the rib by phase analysis: white males, Journal of forensic sciences 29 (4) 1094–1104.
Iscan M.Y., Loth S.R., Wright R.K (1985). Age estimation from the rib by phase analysis: white females. Journal of forensic sciences, 30(3), 853-863
Iscan y Loth (1984) estudiaron la metamorfosis del extremo external de la cuarta costilla en 118 cuartas costillas de individuos de edad y sexo conocidos. Examinaron forma y textura del extremo external y definieron una serie de fases. Durante la primera fase la cuarta costilla presenta un extremo plano u ondulado con bordes regulares y redondeados. Con la edad este borde se adelgaza y se vuelve irregular y la porosidad de la superficie aumenta.
- Fase 0 – La superficie articular se presenta plana o con suaves ondulaciones con un borde regular y redondeado. El hueso es suave, firme y muy sólido (Lámina 1: Fig. 0a, b y c).
Fase 1 – Aparece un principio de escotadura amorfa en la superficie articular, pudiendo conservarse parte de las ondulaciones. El borde es redondeado y regular. En algunos casos, pueden comenzar a apreciarse festones en el borde. El hueso sigue siendo firme, suave y sólido (Lámina 1: Fig. 1a, b y c).
- Fase 2 – La fosa es más profunda y angulada, en forma de V conformada por las paredes anterior y posterior. Las paredes son gruesas y suaves, ligeramente onduladas o festoneadas hacia el extremo, pero con bordes redondeados. El hueso es firme y sólido (Lámina 1: Fig. 2a, b y c).
- Fase 3 – La fosa, cada vez más profunda, pasa de ser estrecha a adoptar una forma más moderada en U. Las paredes continúan siendo bastante gruesas, con bordes redondeados. Puede conservarse algo del festoneado, pero el borde se va volviendo más irregular. El hueso continúa siendo bastante firme y sólido (Lámina 2: Fig. 3a, b y c).
- Fase 4 – Aumenta la profundidad de la fosa, pero la forma se mantiene en una U estrecha-moderada. Las paredes son más finas, pero sus extremos se mantienen redondeados. El borde es más irregular, sin que se aprecien restos del patrón festoneado. Hay cierta disminución del peso y firmeza del hueso, pero a pesar de ello, la calidad general del hueso se mantiene (Láminan 2: Fig. 4a, b y c).
- Fase 5 – Apenas se aprecia incremento en la profundidad de la fosa, pero en esta fase la forma pasa a ser predominantemente en U abierta. Las paredes muestran más adelgazamiento y los bordes comienzan a afilarse. Incrementa la irregularidad hacia el borde. No queda nada del patrón festoneado, que ha sido reemplazado por proyecciones óseas irregulares. El hueso mantiene una condición relativamente buena, pero aparecen signos de deterioro con evidencia de porosidad y pérdida de densidad (Lámina 2: Fig. 5a, b y c).
- Fase 6 – La fosa es notablemente profunda y en forma de U ancha. Las paredes son finas y sus bordes afilados. El reborde es irregular y muestra proyecciones óseas de tamaño considerable, más pronunciadas frecuentemente en los bordes inferior y superior. El hueso es sensiblemente más ligero, más delgado y poroso, especialmente en el interior de la fosa (Lámina 3: Fig. 6a, b y c).
- Fase 7 – La fosa aparece profunda y en forma de U ancha-muy ancha. Las paredes son delgadas y frágiles y muestran bordes irregulares, afilados y con proyecciones óseas. El hueso es ligero y quebradizo y su calidad se ve significativamente deteriorada, mostrando porosidad evidente (Lámina 3: Fig. 7a, b y c).
- Fase 8 – En la fase final, la fosa es muy profunda y ancha. En algunos casos no se presenta la base de la fosa o se encuentra llena de proyecciones óseas. Las paredes son extremadamente finas, frágiles y quebradizas, con bordes afilados, pronunciadamente irregulares y con proyecciones óseas. El hueso es muy ligero, muy delgado, quebradizo, frágil y poroso. Pueden aparecer formaciones “ventana” en las paredes (Lámina 3: Fig. 8a, b y c).
Tabla 2: Tabla descriptiva de las fases para individuos masculinos
Para mantener la uniformidad con el trabajo anterior sobre varones, se siguió el mismo procedimiento para recoger y procesar costillas de mujeres. La extremidad esternal de la cuarta costilla derecha se obtuvo en la autopsia de 86 casos forenses femeninos blancos de edad, sexo y raza conocidos.
- Fase 0 - La superficie articular es casi plana con crestas o ondulaciones. La superficie externa de la extremidad esternal de la costilla está bordeada por lo que parece ser una superposición de hueso. El borde es regular con bordes redondeados, y el hueso en sí es firme, liso y muy sólido.
- Fase 1 - Puede observarse una hendidura amorfa inicial en la superficie articular. Todavía pueden estar presentes crestas o ondulaciones. El borde es redondeado y regular con un poco de ondulación en algunos casos. El hueso permanece sólido, firme y liso.
- Fase 2 - La fosa es considerablemente más profunda y ha adoptado una forma de V entre las gruesas y lisas paredes anterior y posterior. En el interior de la fosa pueden quedar aún algunas crestas u ondulaciones. El borde es ondulado y empiezan a formarse algunos festones en el borde redondeado. El hueso en sí es firme y sólido.
- Fase 3 - La profundidad de la fosa aumenta muy poco o nada, pero la forma en V es más ancha, acercándose a veces a una U estrecha a medida que las paredes se hacen un poco más finas. Los bordes, todavía redondeados, muestran ahora un patrón festoneado pronunciado y regular. En esta fase, las paredes anteriores o posteriores, o ambas, pueden empezar a mostrar un arco central semicircular de hueso. La costilla es firme y sólida.
- Fase 4 - Aumenta notablemente la profundidad de la fosa, que ahora tiene forma de V ancha o de U estrecha, a veces con bordes ensanchados. Las paredes son más finas, pero el borde sigue siendo redondeado. Sigue habiendo festones, junto con el arco central; sin embargo, los festones no están tan bien definidos y los bordes parecen algo desgastados. La calidad del hueso es bastante buena, pero la densidad y la firmeza han disminuido.
- Fase 5 - La profundidad de la fosa se mantiene más o menos igual, pero el adelgazamiento de las paredes se ensancha en forma de V o U. En la mayoría de los casos, un depósito liso, duro y en forma de placa recubre al menos parte de la fosa. No queda ningún patrón de festoneado regular y el borde empieza a afilarse. El borde es cada vez más irregular, pero el arco central sigue siendo el saliente más prominente. El hueso es notablemente más ligero en peso, densidad y firmeza. La textura es algo quebradiza.
- Fase 6 - Se observa de nuevo un aumento de la profundidad de la fosa, y su forma en V o en U se ha ensanchado de nuevo debido a un pronunciado ensanchamiento en el extremo. El depósito en forma de placa puede seguir apareciendo, pero es más rugoso y poroso. Las paredes son bastante finas, con bordes afilados y un reborde irregular. El arco central es menos evidente y, en muchos casos, sobresalen puntas afiladas del borde de la extremidad esternal. El hueso en sí es bastante fino y quebradizo, con algunos signos de deterioro.
- Fase 7 - En esta fase, la profundidad de la fosa en forma de U, predominantemente abocinada, no sólo no aumenta, sino que disminuye ligeramente. A menudo se observan crecimientos óseos irregulares que salen del interior de la fosa. El arco central sigue presente en la mayoría de los casos, pero ahora va acompañado de proyecciones puntiagudas, a menudo en los bordes superior e inferior, aunque pueden aparecer en cualquier parte del borde. Las paredes, muy finas, presentan bordes irregulares con aristas vivas. El hueso es muy ligero, fino, quebradizo y frágil, y el deterioro es más evidente en el interior de la fosa.
- Fase 8 - El suelo de la fosa en forma de U de esta última fase es relativamente poco profundo, está muy deteriorado o completamente erosionado. A veces está lleno de restos óseos. El arco central apenas es reconocible. Las paredes, extremadamente delgadas y frágiles, presentan bordes muy irregulares con aristas muy afiladas y, a menudo, proyecciones óseas bastante largas en los bordes inferior y superior; a veces se forman «ventanas» en las paredes. El hueso en sí se encuentra en mal estado: extremadamente fino, ligero y frágil.
Tabla 3: Tabla Descriptiva de las fases para individuos femeninos
Skeleton-ID permite la introducción de la fase estimada por el experto y da el rango de edad automáticamente, restando tiempo a la identificación, ya que no se verá obligado a buscar la publicación del método para consultar dichos rangos.
Transparencia raíz del diente por Lamendin (1973)
H. Lamendin, Observations on teeth roots in the estimation of age, Int. J. Forensic Dent. 1 (1973) 4–7
Lamendin y colaboradores desarrollaron un método basado en la medición de la transparencia radicular y la periodontitis. El estudio se llevó a cabo analizando dientes de individuos de edad conocida.
Este método fue revisado por Lamendin Y Col en 1992. Analizaron 306 dientes uniradiculares (incisivo, premolar o canino del maxilar o de la mandíbula) procedentes de 208 individuos (135 masculinos y 73 femeninos) de edades comprendidas entre los 22 y los 90 años. No había diferencias significativas entre sexos y el error mínimo se da en el grupo de 50-59 años y el máximo en grupos jóvenes 30-39, por lo que su utilización en estos grupos jovenes no se aconseja. Los dientes con caries no se tienen en cuenta. Se miden las siguientes distancias:
- Altura de la raíz (HR): distancia entre el ápex y la unión del cemento-esmalte (CEJ) en la superficie vestibular (labial) y lingual.
- Altura de la períodontitis (HPAR): Distancia entre la unión del cemento-esmalte (CEJ) y el nivel de la colocación del peíodonto en las superficies vestibular y lingual.
- Altura de la translucidez de la raíz (HTRAN): Distancia entre el apx de la raíz y el punto de división entre la parte translucida y no-translucida. Estas mediciones también se toman en las superficies vestibular y lingual.
Se utiliza las mediciones vestibulares para llevar a cabo los siguientes cálculos que determinan la altura del periodonto (P) y de la translucidez (T):
P = Altura del periodonto/Altura de la raíz*100 (HPAR/HR*100)
T = Altura de la translucidez/Altura de la raíz*100 (HTRAN/HR*100)
Para estimar la edad se utilizan los valores obtenidos de los cálculos anteriores de a siguiente manera:
Edad dental = (0,18*P)+(o,42*T)+25,23
La estimación final se logra mediante la aplicación de los rangos de edad y la desviación correspondiente:
Tabla 4: Rangos de edad Lamendin (1973)
Funciones de Mendoça para la estimación de la estatura (1998)
Para llevar a cabo el estudio se seleccionaron 200 cadáveres del Instituto de Medicina Legal de Oporto (IMLO), 100 masculinos y 100 femeninos, la mayoría procedentes de la región norte de Portugal de entre 20 y 59 años. Por lo tanto este método se puede aplicar a la población del norte de la Península Ibérica.
Son fórmulas de regresión donde se introducen los siguientes datos, sabiendo el sexo:
Mujeres:
- [64.26 + 0.3065 * Longitud máxima del húmero] ± 7.70
- [55.63 + 0.2428 * Longitud fisiológica del fémur] ± 5.92
- [57.86 + 0.2359 * Longitud máxima del fémur] ± 5.96
Hombres:
- [59.41 + 0.3269 * Longitud máxima del húmero] ± 8.44
- [47.18 + 0.2663 * Longitud fisiológica del fémur] ± 6.90
- [46.89 + 0.2657 * Longitud máxima del fémur] ± 6.96
En Skeleton-ID el experto deberá introducir las medidas del fémur y siempre que sea posible, también las del húmero, el sexo del individuo y la herramienta calculará automáticamente el rango de talla del mismo.
Funciones discriminantes de Murail para la estimación del sexo (2005)
Murail, P., Brůžek, J., Houët, F., & Cunha, E. (2005). DSP: a tool for probabilistic sex diagnosis using worldwide variability in hip-bone measurements. Bulletins et mémoires de la Société d’Anthropologie de Paris. BMSAP, 17(17 (3-4)), 167-176.
Los autores del siguiente método querían en primer lugar validar la hipótesis de que todas las diferentes poblaciones de humanos modernos comparten un patrón común de dimorfismo sexual en los huesos de la cadera. Para ello, estudiaron muestras de referencia de cuatro áreas geográficas diferentes: Europa, África, América del Norte y Asia, incluyendo de uno a tres subgrupos para cada una de ellas. La muestra reunía un total de 1.040 huesos de cadera no patológicos de individuos de edad y sexo conocidos. Se seleccionaron 17 medidas del hueso de la cadera, que posteriormente se redujeron a 10.
Los resultados de su estudio demostraron que el hueso de la cadera del adulto presenta un dimorfismo sexual común a todas las poblaciones humanas modernas. El método es muy fiable y muy útil tanto en casos arqueológicos como forenses, ya que, gracias al número limitado de variables necesarias y las numerosas combinaciones, es útil en casos donde el estado de conservación es peor y se trate de población no específica.
Tabla 5: Descripción medidas método Murail (2005)
Tabla 6: Descripción estadística (por sexo) de las variables de los huesos coxales en la población de la muestra de referencia. N = tamaño de muestra, ds= desviación estándar, F - femeninos, M - masculinos. La última columna da el valor p del t-test para la comparación de medias entre sexos
El índice de precisión es muy elevado en cualquier caso, oscilando entre el 98,7% y el 99,63%. Según el número de variables que se tengan en cuenta, el porcentaje de especímenes sexados varía del 40,23% al 90,76%.
Funciona con un mínimo de cuatro variables, pero hay que ser consciente de que cuantas más variables haya, más probable es que se obtenga una probabilidad significativa. Las variables SIS y VEAC se añadieron debido a su buen índice de conservación y sólo se debe recurrir a ellas si no es posible obtener un mínimo de cuatro variables a partir de las 8 mediciones anteriores.
El sexo sólo debe determinarse si la probabilidad posterior es mayor o igual que el umbral de 0,95, lo que significa un riesgo de error de 0,05.
En Skeleton-ID el experto deberá introducir un mínimo de cuatro medidas y el software calculará automáticamente el sexo.